15. El primer estel

 

La primera estrella

Dolce e chiara è la notte e senza vento
                                              G. Leopardi

Al fondo de todo se alza una montaña
prometedora, el día ya finito.
Es bueno no tener siempre lo que queremos
y armar una cabaña de esperanzas:
así, por la entreluz , la primera estrella
brilla limpia, silenciosa incita,
sin hacer daño, a un gozo que no atormenta
que sea breve; sabemos que al desvanecerse
será todo luminaria el firmamento.
No me puedo quejar, pues, de mi suerte;
aquí me estoy pleno de presentimiento
de una vida auroral siempre futura
que es ahora sólo noche clara sin viento.

(versió d'Àlvaro Valverde)